Tener una buena autoestima es una parte fundamental para nuestras vidas, pues
potencia nuestro bienestar y nuestra calidad de vida.
La autoestima es la valoración que hacemos sobre nosotros mismos, y se basa en esas creencias, percepciones, evaluaciones y pensamientos que tenemos de nuestra persona.
Esta visión va a influir en cómo nos vemos a nosotros mismos y cómo vemos
todo lo que nos rodea.
Es importante saber de dónde procede nuestra autoestima, para entender cómo
podemos seguir desarrollándola.
En ocasiones, podemos percibir que nuestra autoestima no está en el mejor de los momentos. Las consecuencias de poseer una baja autoestima son muy diversas y pueden afectarnos en nuestro día a día.
Por ello y afortunadamente, la autoestima se puede trabajar y con constancia y decisión ¡podemos mejorarla!
- Desarrolla tu autoconocimiento y autoobservación.
- Cuida tu diálogo interno.
- Acércate a donde quieres ir.
- Practica el agradecimiento.
- Conoce y valora tus fortalezas.
Es el momento de decirte lo que vales. De conocerte. De cuidarte. De ser consciente de tus virtudes y puntos fuertes. De aceptar tus defectos, que no se te olvide que todo el mundo los tenemos. De respetarte. Ponte objetivos y metas realistas. Anímate, motívate y disfruta del camino. Se capaz de valorar tu esfuerzo.
Y si fallas, puedes aprender de ello y volverlo a intentar.
“Nadie es como tú, ¡ese es tu poder!.