AutoconocimientoDesarrollo personal

No, no es magia, es eneagrama. (10ª edición)

Un factor clave de nuestra vida, fuente de grandes quebraderos de cabeza o de grandes momentos, son nuestras relaciones.

Somos seres sociales en continua interacción, mantenemos relaciones de todo tipo: laborales, amistosas, sentimentales, familiares….

Presenciales o virtuales, nuestras relaciones tienen un papel fundamental en nuestra felicidad.

¿Y quién no quisiera tener un manual de instrucciones para que estas fueran saludables y plenas?

Una vez más es el eneagrama el que nos ofrece las mejores claves para desarrollarlas.

A veces se subestima esta aplicación del eneagrama al ser este, la mejor herramienta para el autoconocimiento, pero no nos engañemos…. Llegar a autoconocerse, a interceptar los mecanismos automáticos de nuestra personalidad, neutralizarlos y, al desvincularnos de ellos, conseguir esa estructura psicológica sana, lleva su tiempo…

Un tiempo que sin duda está muy bien invertido, pero durante el proceso, el uso del eneagrama como forma de conocer al otro, de conocer cómo funcionan en sí mismos el ego y la personalidad, expresada de 9 formas diferentes, no solo nos ayuda en nuestro propio proceso, sino que nos permite dar un salto cualitativo en todas nuestras relaciones.

Las personas que se inician en eneagrama suelen preguntar enseguida por la compatibilidad entre eneatipos, y aunque el eneagrama, sin duda, nos ofrece muchas respuestas al respecto, la respuesta universal a esa pregunta es… DEPENDE.

Lo que el eneagrama sí nos dice es de qué depende….

Nos habla de la importancia de los subtipos, que son la forma en la que cada eneatipo es segmentado, en función de qué variante instintiva tira más de su personalidad, y de cuál permanece en un punto ciego.

Nos habla de lo cerca o lejos que nos encontremos de una visión de la realidad, menos condicionada por los filtros de nuestra personalidad, nos habla de lo que valora, lo que teme, lo que busca cada tipo de personalidad….

Y es entonces cuando sin duda, ateniéndonos a esos factores, podemos hacer predicciones de a qué tipo de retos nos vamos a enfrentar cuando nos relacionemos, desde nuestra personalidad, con el resto de las personalidades.

Podemos también entender por qué chocamos con  determinadas personas o nos atraen otras, lo que podemos aportarnos unos a otros, las fortalezas con las que cada uno puede contribuir en un grupo determinado y un largo etcétera de pistas para llegar a la comprensión necesaria de las partes que componen cualquier tipo de relación para hacer de esta algo excelente.

Y todavía hay más, ver al otro, desde el eneagrama, nos lleva tarde o temprano al amor incondicional, hacia nosotros mismos y hacia los demás.

No, aunque pudiera parecerlo no es magia…. Es eneagrama.

Rosa Ruiz

Formadora

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