El ser humano desde siempre ha comprendido que en el debate y confrontación de las ideas todos nos enriquecemos. Lo hacemos de forma habitual diariamente con la intención de convencer a la otra parte o a una audiencia.
Para poder exponer con claridad nuestras ideas, argumentar y rebatir – el esgrima intelectual– disponemos principalmente de dos grandes herramientas: La lógica y la retórica
Para poder desarrollar debates de forma correcta pasamos por varias facetas de grandes aprendizajes y crecimiento personal.
La investigación: Para poder aportar datos y debemos desarrollar una capacidad de búsqueda de información para poder documentar las intervenciones.
El análisis: Para adentrarnos en la capacidad de nuestra investigación y sobretodo para más allá de analizar nuestros datos investigados podamos entender y comprender los datos aportados por nuestro rival.
La retórica o comunicación persuasiva para poder no solo transmitir nuestras ideas, sino convencer con ellas.
La escucha activa, la mejor cualidad de un buen comunicador es saber escuchar. No solo las palabras sino también sus gestos. En todo debate más importante que lo que se dice, es lo que no se dice.
La empatía, para poder situarnos en el lugar de nuestro contrincante y entender que se
siente desde ese punto de vista.
Decía Sun Tzu en su libro magistral “El arte de la guerra” que un general iracundo era un mal guía para sus tropas, pues su estado mental le impediría tomar buenas decisiones. Por ello otra de las principales beneficios
de los debates es su aprendizaje del control emocional.
La gestión del Tiempo, debemos aprender a pensar, decidir y actuar contando con limitación del tiempo.
Empoderamiento o confianza en uno mismo, los debates nos ayudan a mejorar nuestra autoconfianza porque nos exponemos y asumimos retos alcanzables, superamos nuestros límites, aprendemos a ganar y también a perder.
Para poder ganar todos nuestras confrontaciones dialécticas tenemos una maravillosa guía creada por uno de los mejores pensadores de su época y de la historia de la humanidad Arthur Schopenhauer y su maravilloso libro
“El arte de tener siempre la razón” donde a modo de manual nos cuenta sus 38 estrategias para ganar los debates.
Rafa Bonichon
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Creando sueños al niño consumidor que todos llevamos dentro. Un loro en mi hombro y mi pata de palo, me certifica como pirata y mercachifle. ¿Hablamos?